La apropiación cultural se entiende por el hecho de tomar características o elementos artísticos, creativos o temáticos de algún grupo cultural. Y esta es una situación muy común entre marcas grandes y no tan grandes.
Algunas marcas están dispuestas a ir más allá de los anuncios convencionales para poder llamar la atención tanto del mercado general como de un mercado específico, pero hay que tener cuidado a la hora de identificar qué es socialmente aceptable y qué no. Existen diferentes usos que se hacen de los elementos de una cultura, que si se presentan de una manera incorrecta se puede interpretar como una falta de respeto a esa cultura.
Según un estudio reciente, dos terceras partes de los consumidores quieren que las compañías tomen una postura ante temas socialmente relevantes. Y el reconocimiento de culturas o minorías es algo que les ha sido demandado a las diferentes industrias por parte de los consumidores. No obstante, el hecho de reconocer y lanzar campañas en el que se identifique con cierto segmento, no necesariamente quiere decir que se tenga que apropiar de los usos o las tradiciones y adaptarlas a una campaña de forma banal, o que se satiricen características importantes con las que se identifica dicha cultura.
A continuación, se presentan diferentes recomendaciones para poder crear contenido culturalmente relevante, evitando que se presente una situación de apropiación cultural.
Comprometerse a presentar diferentes culturas y sus características durante todo el año no solo en temporadas.
Considerar contar con mayor diversidad en las personas involucradas en el desarrollo del contenido para tener diferentes perspectivas sobre un mismo tema.
Buscar el significado del porqué se está creando ese tipo de contenido. Qué ideologías se buscan reafirmar, o cuál es la razón principal por la que la marca quiere presentar una campaña relacionada a cierta cultura.
Tener empatía, curiosidad y ganas de aprender más sobre la cultura que se está presentando. Con esto se genera conciencia y al mismo tiempo reconocimiento, tanto de la marca como de la cultura.
Y, por último, siempre escuchar a la comunidad para conocer su percepción de la forma en la que se está presentando la campaña, además de integrar la retroalimentación de la comunidad. Es muy importante conocer la opinión tanto del público general como también de la misma cultura sobre la forma en la que se presenta el contenido.
Producir contenido para una campaña en la que se considera tomar como tema principal una cultura en particular, es genial, ya que con esto se generan factores importantes y positivos en una sociedad que beneficia a ese grupo cultural, al igual que a la marca. La clave es identificar cuál es la manera correcta de llevar acabo estas campañas sin apropiarse de toda una cultura.
