Influencers ¿la carrera digital del siglo 21?

No importa en que red social estemos, Facebook, Instagram, Twitter, TikTok, YouTube, etcétera, en cualquiera encontraremos a personas populares que hablan de direrentes temas y cpatan la atención de parte de la audiencia de esta red social en la que están. Los seguimos porque nos caen bien, porque nos gusta informarnos sobre lo que hablan, por el estilo de vida que llevan o por muchas otras razones, pero el hecho es que estamos consumiendo el contenido que ellos generan.

Volverse un influencer se convirtió en una carrera que puede generar millones de dólares en ingresos, dependiendo de que tan importante y que tanto alcance se llegue a tener. Tanto han marcado nuestro estilo de vida, que hasta ciertas universidades que ya brindan algunos cursos enfocados a este oficio. Por ello, muchos niños de nuestro tiempo al preguntarles por el tipo de profesiónn que les gustaría tener cuando sean grandes, contestan: youtuber, streamer o influencer. Lo que para la mayoría de nosotros son solo personas que se dedican a las redes sociales y hacen menciones de productos para hacer dinero, para las generaciones más jóvenes es una carrera, para la cual tendrán que prepararse.

Existen influencers pequeños, medianos, grandes y otros que prácticamente todos conocemos. Algunos de estos iniciaron poco a poco, fueron creando su audiencia y esta siguió creciendo hasta convertirse en lo que son ahora. Por el otro lado, existen influencers que antes de serlo ya eran personas famosas, como deportistas, estrellas de cine y televisión, o empresarios. Estos últimos son los que crecen mucho más rápido en las redes sociales en donde están activos. Un ejemplo de ello es el de Jennifer Anniston, esta actriz creó su Instagram y rompió un récord Guinness con el simple hecho de crear su cuenta, ya que solo le tomó 5 horas y 16 minutos llegar al millón de seguidores, algo que nunca se había visto antes.

Los avances en la tecnología y los trends siguen cambiando rápidamente, y al generarse traen consigo nuevos oficios que en el pasado ni siquiera nos hubiéramos imaginado. Actividades que sin pensarlo pueden llegar a estar presentes diariamente en nuestras vidas, y que se han normalizado tanto que, si no nos detenemos a pensar, podríamos jurar que siempre han estado ahí. Es por esto por lo que hay que ser resilientes a los cambios y buscar siempre una manera de adaptarnos y beneficiarnos de ellos.