We spend a lot of our daily time in the digital world. There, we communicate, learn, spend some of our free time and even manage our everyday activities.
As humans, when something is a trend, and we like it or fits our needs, we welcome it with open arms and integrate it into our lives. With the advent of smart devices, needs were created that we didn't know we had until they showed up in our experiences. It was easier for younger generations to adapt to new technologies, make them part of their environments, and grow with them. But even between Millennials (Gen Y) and Gen Z, there are some differences in how they integrate and adapt to this technological development. The GenZ grew up with smartphones from a young age, and the older generations had to learn how to use them.
On the other hand, technology advances by leaps and bounds. Some applications change their policies every year to know more about our preferences and collect information about our habits. Because, as we know, data is gold for the new century.
An example of these changes and the latest and most talked-about case was WhatsApp, which changed its privacy policies to access our information. These modifications aim to obtain specific information about users to improve segmented ads and give us a better user experience in the apps that belong to the same group, Facebook and Instagram, in this case.
But we will ask ourselves, what is the relation between policy changes with the technological adoption of different generations? In this situation, we can see that the most resilient people to these changes are mainly younger generations, such as Y or Z, as they are more used to sharing much of their daily activities, both on social media and other websites. However, older generations tend to be more conservative and reluctant to share their information.
In the end, the decision is up to us, as users, and we can accept or decline these policies.
Nevertheless, the data obtained is useful for the brands to which we are related to find us more comfortable and avoid advertising or content that is not of interest.
Diferentes generaciones, un mundo digital
Cada vez pasamos más tiempo de nuestro día en el mundo digital. Ahí, nos comunicamos, aprendemos, en ellas pasamos gran parte de nuestro tiempo libre,e incluso administramos las actividades de nuestra vida.
Cada vez que algo está de moda y nos gusta, o se ajusta a nuestras necesidades lo recibimos con los brazos abiertos y lo integramos a nuestra rutina virtual. Con la llegada de los dispositivos inteligentes se crearon necesidades que no sabíamos que teníamos hasta que se presentaron en nuestras vidas. Para las generaciones jóvenes fue más fácil adaptarse a las nuevas tecnologías, hacerlas parte de su viday crecer con ellas. Pero incluso entre los Millennials (Generación Y) y la Generación Z, hay diferencias en la medida y forma de la integración tecnológica, ya que los últimos crecieron con smartphones desde pequeños y las generaciones mayores tuvieron que aprender a utilizarla.
Por otro lado, la tecnología avanza a pasos agigantados, y cada año existen aplicaciones que cambian sus políticas con la intensión de conocer más sobre nuestros gustos, recaudar información sobre nuestros hábitos y preferencias, porque hoy los datos son el oro del nuevo siglo.
Un ejemplo de estos cambios y el último caso más sonado fue el de WhatsApp, que cambió sus políticas de privacidad para tener mayor acceso a nuestra información. El objetivo de estas modificaciones es obtener información específica sobre los usuarios, y con ello segmentar mejor los anuncios y darnos una mejor experiencia de uso en la red de aplicaciones que pertenecen al mismo grupo, que en este caso son Facebook e Instagram.
Pero quizá nos preguntaremos ¿qué ración tiene los cambios de políticas con la adopción tecnológica de las distintas generaciones? En esta situación podemos detectar que las personas más resilientes a estos cambios son principalmente las de generaciones más jóvenes, como la Y o Z, ya que están más acostumbrados a compartir mucha de su vida diaria, tanto en redes sociales como en otros sitios web. Sin embargo, las generaciones mayores son más conservadoras y renuentes a compartir su información.
Al final, la decisión la tenemos nosotros como usuarios y podemos aceptar o declinar estas políticas. No obstante, los datos que se obtienen sirven para que las marcas a las que somos afines puedan encontrarnos de mejor manera, y evitar publicidad o contenido que no es de nuestro interés.
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